Cada día observo que los perros con miedo a personas son muchos. Hay una gran cantidad de perros que muestran cierta inseguridad ante los humanos.
El miedo es una reacción natural en los animales que normalmente responde a un sistema de supervivencia frente a situaciones nuevas o peligrosas. Por lo normal los perros domésticos deberían estar habituados al humano, o probablemente no, porque estés apenas sabe cómo debe interaccionar con los perros.
Las razones por las que un perro puede tener miedo a las personas son muy diversas, desde aspectos genéticos, experiencias traumáticas, desinformación humana o maltratos físicos y psicológicos.
El miedo a las personas puede mostrarse de diferentes formas, desde tratar de huir (pasiva) de quien le provoca miedo hasta atacar o agredir (activa) a quien le provoca ese miedo, incluso llegar a la fase más extrema que sería bloquearse (indefensión aprendida).
Debemos tener claro que los perros que llegan a la agresión por miedo, es porque todas sus otras opciones no fueron útiles o no eran viables. Si los mecanismos pasivos no se pueden llevar a cabo o no son eficaces el perro pasara a los activos, esto es muy importante saberlo.
Los perros que conseguimos ayudar a ir superando sus miedos a personas, su mejoría suele derivar en una cierta reactividad a las personas, esto es parte del proceso.
¿Qué debo tener en cuenta si mi perro tiene miedo a personas?
-Debes tener una visión holística.
Darle una salchicha a tu perro cada vez que vea a una persona no es la solución. Debemos tener una visión mucho más amplia y completa. Ir a la raíz del problema. Tener en cuenta los estados emocionales del perro. Valorar como es su vida en general.
-Cuanto más sepas sobre comunicación canina mejor.
Debes saber cómo le afecta cada situación a tu perro, que dice en cada momento, como comunicarte con el…es algo básico e imprescindible para ayudar a un perro con miedo.
-Empatía.
Ponte en su lugar, compréndelo, entiéndelo y así el asimilará que puede confiar en ti.
-Trabaja activamente para solucionar el problema.
Muchas veces es mejor hacer menos o dejar de hacer es lo más efectivo. Pero hay que saber el que, el cómo…busca ayuda de un profesional con metodologías amables y fiables.
-Aprende a manejar tus movimientos.
Movernos de manera calmada, esperada y respetando los espacios del perro es importante. Así le mostraremos que lo entendemos y fomentaremos la confianza. Es muy importante nuestra dirección, velocidad…de movimientos ante un perro miedoso.
-Intenta ser natural.
Si nosotros nos mostramos tranquilos y seguros, probablemente ayude a nuestro compañero.
-Permite que descanse.
El descanso es la mejor manera de regeneración que tenemos los seres vivos.
Lugares adecuados, tiempos correctos, transitar lugares tranquilos, gestionar tiempos de paseo….
-Debes ser progresivo.
Es una característica básica del aprendizaje de los perros, de su naturaleza. Los humanos somos expertos en no respetar esto, con ello muchas consecuencias. Los perros necesitan tiempo de observar, analizar y sentir lo que pasa. Si nosotros le decimos lo que tiene que hacer, lo apuramos, lo sobrexponemos, seguramente las cosas irán a peor.
-Intenta saber a qué lo expones.
No hay mejor aprendizaje que el experiencial de la vida real, pero s no sabemos lo que estamos haciendo, o a que lo estamos exponiendo, difícilmente lo estaremos ayudando. Debemos valorar cuando y donde debe estar el perro.
-Acepta la realidad.
Hay casos de miedo tan severos o arraigados a la genética que es prácticamente imposible cambiarlo, pero sino lo intentas nunca lo sabrás, haciendo las cosas bien y siendo consciente de no empeorarlo siempre se puede intentar.
-Reducción de estrés.
Cuando hay miedo notable, suele haber estrés elevado, por lo tanto, debemos iniciar el plan por este punto. Es el punto básico y no es sencillo, peor si muy efectivo.
-No te dejes influir.
Olvídate de la presión social. Estamos en la era de la desinformación, hay mucha, pero calidad poca, ¿Quién contrasta la información? Muchos podrán opinar sobre el miedo de tu perro, pero solo él lo conoce, solo tú lo vives con él.
Olvídate de técnicas poco amables, rápidas, muy centradas en la conducta y poco contrastadas.
-Intervenciones complementarias.
La nutrición es primordial, somos lo que comemos, ellos también. La posibilidad de complementar con terapias naturales y veterinarias integrativas o generalistas siempre se pueden valorar de la mano de un profesional experto en la materia.
Esto no es la solución a nada, pero si la base de toda solución.
Son muchos los perros que por sus miedos terminan en un chenil apartados e incomprendidos. Por ello es un tema delicado pero muy importante. Cada perro es único e inigualable, por eso cada caso es diferente. No existen protocolos.
Manu García.
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