Yo, Manu García. Aportando a la sociedad.
Soy afortunado, desde siempre he sido un “loco de los perros”, para mí eso es tener suerte.
Desde pequeño siempre me han apasionado los perros, ¿Por qué´?, pues no lose.
Es algo innato en mí, no he tenido la oportunidad de compartir vida con un perro hasta los 12 años de edad, pero siempre he tenido contacto con alguno de algún conocido, mis padres al ver mi gran interés por ellos siempre buscaban la forma de permitirme conocer algún peludo de gente conocida.
Por el año 1994 ya me dedicaba a coleccionar los fascículos y libros de la colección “Mis amigos los perros”, si hace 28 años, con tan solo 8 años yo ya era un auténtico fanático de los perros, leía todo lo que podía de perros y más. (friki es poco)
La vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido y tuve la suerte de poder compartir mis días con Romi, perra de raza indefinida y carácter inefable. Después llego Rocky, Thor, Cleo y todos esos peludos a los que puedo ayudar cada día.
Comencé escribiendo un libro a cada uno de mis perros, a cada uno que se iba, continué ingresando en la carrera de Veterinaria, gran fraude, por cierto, fui adentrándome en el mundo del comportamiento animal dándome de bruces contra inmensos muros, apartando enormes telas de araña, saltando ríos de fuego de los cuales sus brasas te persiguen cada día, esquivando lianas adherentes…un sinfín de acontecimientos que han forjado mi ser.
Por eso hoy escribo este texto, para agradecerte a TI y a todos los que confiasteis en mí, a los que confiáis y a los que confiareis, espero que cada día seamos más, cada uno de vosotros es una pieza más para este gran puzzle de la vida, este castillo que solo tiene un objetivo, el bienestar animal.
Tengo un bonito recuerdo de cuando decidí entrar en las trincheras, no me refiero a trincheras buscando la libertad republicana, me refiero a esas trincheras de la lucha por la protección animal. Recuerdo perfectamente la primera vez que vi una perrera con 9 años, me llevo mi madre, aquello marco un antes y un después en mí. Desde aquel día nunca he dejado de seguir yendo a perreras, protectoras y entidades de protección animal, son los héroes de esta deshonra humanitaria. Y yo, quiero estar de su lado.
Cada vez que escucho y recuerdo los aullidos, gemidos y ladridos de esos perros de perrera, tengo más claro que he acertado con mi decisión de dejarme la piel para ayudarles, a ellos y a los hijos de sus hijos.
Hoy estoy aquí, en otro momento y en otro lugar, pero mi motivación es la misma, ayudar a todo aquel humano y peludo que así lo quiera, por eso nace COLECTIVO CANINO ESCUCHANDO PERROS. Si estas interesado en saber más, sigue muy atento a mi proyecto.
Con Olfato verás el mundo, como lo ve tu perro.
Manu García.